Artesanía Etnográfica

 La artesanía ha jugado un papel estelar en la evolución del hombre y de nuestra sociedad, expresando fielmente la evolución de la identidad de cada pueblo y región. Es por ello que, como reacción a la homogenización inducida por la globalización, se ha despertado un gran interés social por recuperar y preservar aquellas técnicas, productos y simbolismos que han configurado nuestra cultura y nuestra identidad.

 

La recuperación de la artesanía tradicional ha sido abordada, fundamentalmente, desde el ámbito institucional a través de proyectos museísticos, de restauración, de exhibición y de investigación. Existe, sin embargo, una demanda privada creciente, muy cualificada y tradicional, impulsada por el desarrollo del coleccionismo, de la restauración, y de la revalorización de los productos con referencias históricas y culturales, especialmente en el mercado del lujo.

 

La competitividad de la artesanía tradicional radica, precisamente, en su carácter etnográfico, basado en la recuperación y divulgación del significado simbólico de los productos, técnicas y materiales tradicionales en el contexto histórico y social en el que surgieron, bien sea a través de su reproducción o por medio de su reinterpretación y actualización.

 

Dentro de la artesanía etnográfica conviven dos tipologías de empresas diferenciadas. Por una parte, las empresas centenarias de artesanía suntuaria, del tipo de las Reales Fábricas de vidrio, porcelana, marroquinería o instrumentos musicales, que se han revitalizado gracias al mercado del lujo, y mantienen ciertas líneas etnográficas como una estrategia de promoción que les aporta una mayor diferenciación y legitimidad. En este caso, el desarrollo de nuevas colecciones inspiradas en sus productos más tradicionales, la creación de etiquetas, folletos y un packaging que aporten información etnográfica, la organización de exposiciones, y la habilitación de los antiguos talleres para visitas de grupo, se configuran como los campos de aplicación más directa del diseño, generalmente realizado por profesionales externos.

 

Por otro lado, los pequeños talleres de artesanía suntuaria o popular, preservados en torno a la figura del maestro tradicional, que se mantienen con una limitada producción orientada a la decoración, el coleccionismo y la restauración, compaginada con actividades formativas para su preservación. En este caso, el diseño se circunscribe al campo de la comunicación gráfica aplicada a la imagen corporativa, a la creación de una web con amplia información etnográfica sobre las técnicas, usos y significado de los productos en su contexto y sobre la historia del taller, y al etiquetado.

 

Existe, sin embargo, una tendencia creciente al diseño de productos contemporáneos que incorporan ciertos elementos y técnicas tradicionales, cuya producción es subcontratada a los talleres tradicionales.