Artesanía Creativa

Descendiente directa de la neoartesanía urbana y creativa de los años 80, el concepto de artesanía creativa es asociado con una actitud de independencia, responsabilidad social y autenticidad, muy crítica con el modelo actual de sociedad. Uno de los máximos exponentes de esta tendencia lo encontramos en el espectacular dinamismo del movimiento DIY (hazlo tú mismo), que aglutina a profesionales y amateurs.

 

Demandado por un consumidor urbano de status medio, con un espíritu joven y voluntarista y una elevada conciencia social, la competitividad de la artesanía creativa se basa en productos muy accesibles que enfaticen los valores ecológicos, solidarios, participativos y humanos como respuesta al modelo de consumo establecido.

 

En este contexto, su adquisición está motivada por un compromiso ideológico y personal: empezar a cambiar el mundo a través de pequeñas acciones cotidianas y testimoniales. Debido a ello, la imagen de los artesanos adquiere mucha importancia, en la medida en que se configuran como modelos de referencia en la exploración de modos de vida alternativos, por lo que sus opiniones y actitudes tienen casi tanto valor como sus productos. Es posible que esta sea la razón por la que este tipo de artesanía eclosionó estimulada por el desarrollo de internet, habiéndose convertido en un verdadero fenómeno dentro de las redes sociales.

 

La estrategia de promoción se debería articular, por lo tanto, en torno a una web que transmita de forma atractiva y visual la filosofía de vida y el estilo de creatividad del artesano, complementado por un blog en el que vaya narrando sus experiencias, ideas y opiniones, y apoyado en una red social que estimule el contacto y la participación de sus seguidores. También es importante integrarse en determinados colectivos a través de los cuales se intercambian informaciones, ideas y técnicas entre los propios artesanos, así como entre éstos y sus consumidores.

 

Internet también está representando un rol importantísimo en la comercialización, al permitir acceder a un mercado mucho más amplio con unos costes comerciales muy reducidos y una escasa inversión. El desarrollo de tiendas online, como Etsy y DaWanda, ha tenido un impacto espectacular gracias a su so sofisticada estrategia de contenidos: además de mantener un blog muy participativo, de ofrecer consejos prácticos e informaciones sobre tendencias y de facilitar la búsqueda de productos por múltiples criterios, cada artesano cuenta con una tienda propia (su página) para proyectar su imagen y transmitir el concepto de sus productos, además de facilitarle la comunicación con sus clientes para realizar trabajos más personalizados, siguiendo sus preferencias e indicaciones.
Y gracias a las redes sociales están surgiendo ferias indies y colectivos que promueven el contacto personal, la cooperación y el activismo a través de la artesanía.