Producción

Estrategias de colaboración en producción.

 

La reducida capacidad productiva de la mayor parte de las empresas artesanas, junto con la elevada especialización en un determinado tipo de proceso o material, hacen necesario establecer colaboraciones con otros tipos de empresas artesanas o semi-industriales de mayor capacidad o especializadas en otros procesos, así como con empresas industriales que les suministren determinados componentes.

 

El potencial desarrollo de la Artesanía Contemporánea precisa de la existencia de un sustrato de pequeñas empresas, puramente productivas, con las que poder ampliar, optimizar y diversificar su capacidad de producción, debido a:

 

-la limitada capacidad productiva de las empresas artesanas más consolidadas les dificulta enormemente aprovechar las oportunidades de un mercado global crecientemente dinámico y variable, necesitando poder subcontratar una parte de su producción en aquellos momentos en los que les desborda la demanda. Esta práctica se encuentra ampliamente extendida en el mundo del lujo.

 

-la progresiva implantación de estrategias de “extensión de marca” está empujando a muchas empresas a ampliar su oferta con productos complementarios que no pueden producir, por lo que necesitan subcontratarlos con pequeñas empresas artesanales, tal y como se observa en el mundo de la moda, en el que empresas de lujo y diseñadores subcontratan su línea de complementos.

 

-la originalidad conceptual de las propuestas creativas de los artesanos, design-makers y editoras más avanzados, realizadas en series numeradas o muy cortas y que alcanzan una amplia cobertura en los medios de comunicación, suele generar una demanda más amplia de un producto más accesible y funcional inspirado en los mismos conceptos. En este sentido, la subcontratación de una línea más comercial se configura como una de las estrategias más interesantes.

 

- la elevada especialización de las empresas artesanas en un determinado tipo de proceso o material, junto con la necesidad de centrarse en aquellos procesos más diferenciadores y de mayor valor añadido, hacen necesario establecer colaboraciones con pequeños talleres y empresas artesanas o semi-industriales especializadas en otros procesos, así como con empresas industriales que les suministren determinados componentes.

 

Bajo esta perspectiva, es necesario considerar la importancia de dos tipologías de “talleres y empresas artesanales de producción”, especializadas en la subcontratación:

 

-pequeñas empresas artesanas de producción: fabrican una determinada tipología de producto completo (bolsos, zapatos, cerámica, textil…), en series pequeñas o medias, combinando procesos manuales con tecnología muy flexible. No suelen poseer una imagen de marca reconocida y, generalmente, no desarrollan un producto comercial propio. Caracterizadas por una cultura de producción, generalmente reciben el encargo de un diseño terminado, aunque pueden colaborar en solucionar cuestiones técnicas. En este sentido, es necesario destacar que en España existe una gran cantidad de pymes similares posicionadas en un segmento medio del mercado, basadas en estrategias de precio, que están cerrando por la competencia asiática, y que podrían ser reorientadas hacia una colaboración con empresas de Artesanía Contemporánea, recuperando su competitividad fabricando productos de mayor calidad.

 

-talleres y pequeñas empresas auxiliares:  especializadas en determinados procesos y técnicas (moldes, acabados, microfusión, metalmecánica…), se encuentran en grave peligro de subsistencia ya que, aunque sus procesos son muy artesanales, dependían en gran medida de la pequeña industria que está desapareciendo. Su pervivencia es fundamental como soporte de la Artesanía Contemporánea, así como el desarrollo de nuevas empresas auxiliares que implementen nuevas tecnologías de control numérico, impresión 3d e impresión digital.

 

Bajo estos planteamientos, parece claro que la Artesanía Contemporánea puede actuar como motor para la recuperación y reposicionamiento de un amplio tejido semi-industrial basado en la colaboración. Pero para ello es necesario promover ecosistemas productivos que faciliten la colaboración, tal y como todavía persisten, con gran dificultad y muy especializados, en determinadas regiones: Ubrique, Elda, Igualada (calzado), Manises, Talavera, La Bisbal, La Rambla (cerámica), Cordoba (joyería), etc…